El secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán; la presidenta de ACUAES, Rosa Cobo; y la presidenta del Cabildo de Tenerife, Rosa Dávila, han visitado este martes, 24 de junio, las obras de la Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR) de Montaña Reverón, en el municipio de Arona.
Esta infraestructura forma parte del sistema de saneamiento Arona Este–San Miguel y constituye la mayor inversión pública realizada hasta ahora en materia de depuración en el sur de la isla.
El acto ha contado también con la participación del delegado del Gobierno en Canarias, Anselmo Pestana; la consejera insular de Medio Natural, Sostenibilidad y Seguridad, Blanca Pérez; la alcaldesa de Arona, Fátima Lemes; y el alcalde de San Miguel de Abona, Arturo González Hernández, junto a sus respectivos equipos de gobierno y representantes técnicos del proyecto.
La actuación contempla una inversión global de más de 110 millones de euros, destinados a resolver las graves carencias en saneamiento que durante años han afectado a estos dos municipios. Las obras están enmarcadas en el convenio firmado entre el Cabildo de Tenerife y la sociedad estatal ACUAES, con financiación del Gobierno de España, y permitirán eliminar vertidos al mar, reutilizar el agua para riego y cumplir con la normativa europea.
Durante la visita, la presidenta del Cabildo de Tenerife, Rosa Dávila, destacó el carácter estratégico de esta infraestructura.
“Hoy estamos ante una de las actuaciones más importantes que se están ejecutando en Tenerife. Una inversión histórica que resolverá, de una vez por todas, el grave problema del saneamiento en el sur de la isla”, señaló.
La Estación Depuradora de Montaña Reverón será el corazón del nuevo sistema. Solo esta planta, ubicada en el municipio de Arona, supone una inversión de 30 millones de euros y estará conectada a 66 kilómetros de colectores, con capacidad para tratar 24.000 metros cúbicos de aguas residuales al día, dando servicio a más de 230.000 personas entre Arona y San Miguel de Abona.
El sistema abarcará zonas clave como El Fraile, Las Galletas, Costa del Silencio, Las Chafiras, Amarilla Golf y Golf del Sur. De la inversión global, 45,5 millones se destinan a Arona y 23 millones a San Miguel de Abona, dos municipios que arrastraban importantes deficiencias en depuración y hasta 15 procedimientos sancionadores por vertidos ilegales.
La presidenta insular subrayó el impacto positivo que tendrá el sistema también en el sector primario.
“Esta instalación no solo pondrá fin a los vertidos, sino que permitirá regenerar el agua y destinarla al riego agrícola, lo que supone cerrar el ciclo del agua y aliviar la presión sobre nuestros recursos hídricos”, explicó.
La infraestructura estará conectada a las redes de BALTEN, permitiendo aprovechar al máximo el agua regenerada. En este sentido, Rosa Dávila hizo un llamamiento a la colaboración municipal.
“Ahora toca cerrar el círculo. Pedimos a los ayuntamientos implicados que actúen con agilidad para garantizar que todas las viviendas, hoteles, negocios y fincas agrícolas estén conectados al sistema. No podemos permitir que una infraestructura de esta envergadura no se aproveche plenamente”, añadió.
La presidenta también quiso reconocer el trabajo conjunto entre instituciones que ha permitido avanzar en este proyecto.
“Quiero agradecer al secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán, por su compromiso con esta isla, así como a ACUAES, al Consejo Insular de Aguas y a todo el equipo técnico que está sacando adelante esta obra esencial para el presente y el futuro de Tenerife”, destacó.
Rosa Dávila concluyó afirmando que esta actuación refleja el modelo de isla que defiende el Cabildo y que es “la que gestiona bien sus recursos, protege su territorio y cumple con Europa y con su gente”.