La alerta de fuego en el motor desató una estampida de pasajeros fuera del avión de Ryanair esta pasada madrugada de sábado (5 de julio) en el aeropuerto de Palma. La aeronave, un Boeing 737-800 en el vuelo RUK3446 con destino a Manchester. El pánico se instaló en los viajeros y muchos escaparon por las alas y saltaron al suelo. Se causaron esguinces y torceduras como consecuencia del fuerte impacto. Desde Ryanair aseguran que se trató de «una falsa alarma» y piden disculpas a los usuarios por los perjuicios ocasionados. Un total de 18 viajeros han resultado heridos, seis de los cuales han sido hospitalizados.
«Este vuelo de Palma a Manchester tuvo que suspender el despegue debido a una falsa indicación de la luz de advertencia de incendio», explican desde la compañía irlandesa. El avión tenía previsto despegar a la una de la madrugada con destino a esta ciudad inglesa, pero se tuvo que abortar la maniobra al empezar a sonar la alarma de fuego a bordo. Desde la línea aérea se precisa que se activaron los toboganes para el descenso amortiguado hasta la pista. Sin embargo, otros pasajeros, presos del pánico, no quisieron esperar, abandonaron la aeronave y saltaron al suelo desde las alas. Esguinces y torceduras han sido la mayor parte de las lesiones que han sufrido los 18 heridos. Un total de seis de ellos han sido hospitalizados, tres a la Clínica Rotger y otros tantos ala Palmaplanas.