La Catedral de Sevilla celebró, este pasado sábado, la misa de beatificación del sacerdote gomero José Torres Padilla, con más de ocho mil asistentes. El acto eclesiástico, presidido por el cardenal Marcello Semeraro, contó con la participación de una delegación integrada por más de un centenar de gomeros y gomeras que acudieron a la cita para mostrar los lazos de unidad entre la isla natal del beato y la ciudad en la que desarrolló sus tareas pastorales.
Nacido en 1811 en San Sebastián de La Gomera, Torres Padilla se formó en Tenerife, Valencia y Sevilla. En esta última ciudad comenzó, en 1835, su trayectoria como subdiácono de la Iglesia de San Marcos. Desde entonces dirigió espiritualmente a varias religiosas, como a la dominica Bárbara de Santo Domingo y a la cisterciense Ángela de Jesús. Tuvo un papel destacado en la creación de las Hermanas de la Cruz, de la que en 1875 fue cofundador. Además, destacó por sus acciones de caridad y solidaridad con los más vulnerables.
El presidente del Cabildo, Casimiro Curbelo, puso a la figura de Torres Padilla como ejemplo de los valores a los que la sociedad debe aspirar y subrayó la trayectoria del beato gomero durante sus años en la capital hispalense. Además, hizo mención a los lazos que lo unen con su isla natal y adelantó que, a partir de este momento, serán aún más fuertes.
Gran parte de la delegación ha estado integrada por vecinos y vecinas de San Sebastián de La Gomera, municipio en el que nació Torres Padilla. La alcaldesa de la capital, Angélica Padilla, no dudó en destacar el fervor y los sentimientos de unidad que ha despertado la beatificación en los ciudadanos del municipio, a quienes agradeció que se hayan desplazado hasta Sevilla para ser partícipes de este día.
La celebración eclesiástica ha supuesto la llegada hasta este punto de Andalucía de religiosas de más de 53 comunidades en España, Argentina e Italia. Además, se dispusieron más de 8 mil asientos para seguir en directo la celebración que se inició pasadas las 11 de la mañana. Uno de los momentos más destacados fue el descubrimiento del tapiz de Torres Padilla y repique de campanas que se produjo justo en el momento que se declaró beato.