Santa Cruz encendió anoche la Navidad. Y lo hizo a lo grande, con un espectáculo de música y color que hizo viajar a cientos de personas congregadas en la plaza de La Candelaria a un mundo mágico a través de las 2,2 millones de bombillas, 59.165 metros de guirnaldas (que se suman a los 16.500 metros instalados el año pasado en la Rambla), 1.638 motivos decorativos, 120 arcos y 327 calles iluminadas en total. Montaje navideño que comenzó el pasado mes de julio, con una inversión de más de millón de euros, y que llegará a los cinco distritos del municipio.
El cambio de ubicación del tradicional acto, desde la plaza del Príncipe a la de La Candelaria, se concibió ayer como todo un acierto por parte del Ayuntamiento capitalino. Prueba de ello es que anoche no cabía ni un alfiler. Como si de un gran concierto se tratara, el público se agolpaba alrededor del escenario – algunos ataviados con cuernitos de reno y gorros de papá noel-, con el móvil en mano esperando a inmortalizar el pistoletazo de salida de las fiestas navideñas que, cada año, comienza con la iluminación de sus calles.
A las 19.30 horas, las bailarinas aparecieron sobre un escenario que se cubrió de nieve (en forma de confeti) y de disparos de fuego frío para recibir al cantante tinerfeño Ricardo Alonso, participante en el programa La Voz de Antena 3. Un espectacular juego de luces y un gran reloj que simulaba la cuenta atrás anunciaron el gran momento, en el que el alcalde, José Manuel Bermúdez, junto a la cantante eurovisiva Ruth Lorenzo, fueron los encargados de accionar el simbólico interruptor con el que Santa Cruz comenzó a brillar entre aplausos.
Un sinfín de guirnaldas en oro y plata, presididas por un gran árbol de Navidad, prendieron de ilusión la noche chicharrera, multitud de bombillas de colores bajo las que la cantante invitada, con orquesta en directo, deleitó a los asistentes con canciones populares acordes a estas fechas.