El pequeño caserío de El Socorro se ha engalanado como todos los años para acoger hoy una gran riada de visitantes y devotos de la imagen de la Virgen que da nombre al núcleo güimarero, donde hace casi 600 años apareció a los guanches en la playa entonces llamada de Chimisay, antes de ser trasladada al sitio de Chinguaro, donde Antón Guanche la hizo suya.
Así comienza a escribirse una relación entre los aborígenes canarios y la cristiandad que dio paso con el tiempo a expresiones como esta romería que está considerada la más antigua de cuantas se celebran en Canarias y que se desarrolla cada 7 de septiembre, víspera del día grande de la Virgen.
Precisamente el hecho de caer en sábado ha elevado las previsiones de participación de peregrinos y visitantes al caserío güimarero, dándose por hecho, al menos desde el Ayuntamiento, que serán en torno a las 100.000 personas las que se den cita desde esta mañana, cuando comenzó la Bajada (siete de la mañana), y la tarde del domingo cuando se inicie la Subida, a eso de las cinco de la tarde.
Entre El Socorro y la Iglesia de San Pedro, en Güímar, el trasiego de devotos y no devotos está siendo continuo, de tal guisa que serán 300 efectivos de los distintos cuerpos de Seguridad los que se están encargando de velar porque todo transcurra sin incidentes desagradables.
A las 06.00 horas se inició la misa en San Pedro, que ha sido transmitida íntegramente por CANAL 4 TENERIFE, para una hora después comenzar la Bajada desde la ermita de El Calvario, estando previsto que la Virgen llegue a El Socorro a las 11.30 horas.
Tras la llegada a la ermita se celebra a las 12.00 horas la misa de recibimiento y por la tarde se traslada la imagen a la Cruz de Tea existente en el Llano de la Virgen y se realiza la ceremonia de la aparición a los guanches y, a su finalización, procesión de regreso a la ermita del Socorro. Ya de noche, tras una misa dedicada a los fieles difuntos se celebra la denominada procesión de Las Candelas.
NOTA: las imágenes pertenecen a CANAL 4 TENERIFE (Ricardo Bosch, Clemente de la Cruz y Paula de la Paz).