La divulgadora científica catalana Dolors Vidal Segarra, que ha presentado en La Palma su libro 85 días. El volcán Tajogaite. Impacto social (editado por Caligrama), considera que la catástrofe de 2021 no puede caer en el olvido cuando pasen los ecos del tercer aniversario, porque es necesario que las islas volcánicas aprendan de esta emergencia para “minimizar” las consecuencias en futuras erupciones, además de que avance la recuperación de la zona y la población afectada por la ocurrida en el Valle de Aridane.
“Me turbó la expresión de sorpresa que vi en algunas personas del público en los actos en que he presentado el libro en La Palma, al escuchar lo que yo contaba sobre los duros testimonios de afectados -hasta 20- que cuento en el libro”, confiesa esta profesora jubilada en Física y Química que ha desarrollado toda su carrera profesional en Cataluña y ahora continúa dando charlas sobre ciencia en institutos en el sur de su comunidad autónoma.
Y pese a que los testimonios del volcán que recoge son sobrecogedores, asegura que siente que su libro “se queda corto”. “Por eso hace falta que se siga hablando y escribiendo sobre el volcán, para que las personas que pueden sufrir el mismo problema (y las que lo conocemos desde lejos), puedan entender qué supone el impacto de una erupción y cómo afrontarla, cómo “minimizar” sus consecuencias, y también que puedan defender sus derechos”.
Vidal Segarra recuerda que aborda en su libro precisamente el impacto del volcán en los habitantes.
“Lamentablemente, en este viaje, en la concentración de afectados celebrada en La Laguna, he vuelto a ver gente rota, que sufre porque no han llegado soluciones a sus muy diversos problemas y que por ese motivo no pueden pasar página”.
“He visto muchas nuevas infraestructuras construidas en el Valle de Aridane”, comenta, “pero también dos casas de madera montadas dentro del patio de una casa, imagino que para ayudar a paliar el problema de vivienda de algún familiar”.
Así que desea que en el caso de La Palma se cumpla lo que, sobre otra realidad, escribió Miquel Martí i Pol: “Tot està per fer i tot és possible” (“todo está por hacer y todo es posible”).
Vista aérea parcial de la zona afectada por la erupción de 2021. / I LOVE THE WORLD
En las dos presentaciones del libro que ha tenido lugar en La Palma (en el Palacio Salazar organizada por la Consejería de Cultura del Cabildo, el día 18 de septiembre, y en el Museo Arqueológico Benahoarita de Los Llanos de Aridane, organizada por la Asociación Tierra Bonita), ha tratado además de explicar el paralelismo que en su libro traza entre la catástrofe de La Palma y otro desastre natural, la regresión del delta del Ebro, que forma parte de las comarcas de las Tierras del Ebro, a las que pertenece el pueblo donde vive, Ulldecona.
En el acto de presentación del libro celebrado en Los Llanos estuvo acompañada por el presidente de Tierra Bonita, Francisco Rodríguez Pulido, autor de unos de los artículos incluidos en el libro, y quien también es profesor de Física y Química jubilado, igualmente entusiasta de la divulgación científica y comparte además el mismo punto de visto suyo sobre la necesidad de no perder la perspectiva en cuanto al sufrimiento humano en esta erupción.
Dolors Vidal, junto a Francisco Pulido, en la presentación del libro en Los Llanos de Aridane.
Rodríguez Pulido destaca que el trabajo publicado por Vidal Segarra “no es un libro de ciencias realmente, pues tiene un enfoque etnográfico, basado en entrevistas a afectados, lo que le da un gran valor”.
El químico palmero leyó en el acto algunos fragmentos del libro con los que quiso mostrar tres aspectos: “la falta de empatía con la ciudadanía por parte de los científicos que manejaban información de primera mano sobre la inminencia de la erupción pero no la compartieron con la población”; la labor altruista del fotógrafo Alfonso Escalero (quien asistió a la presentación del libro) al poner los drones de I Love The World al servicio de los afectados, y el reconocimiento, por parte de los bomberos, de que tuvieron que improvisar la emergencia y de que si la erupción hubiera ocurrido de noche habría habido muertos y heridos.