El exdirector general de Seguridad y Emergencias del Gobierno de Canarias Gustavo Armas ha señalado este miércoles (22 de enero) respecto su ausencia en el comité de gestión de la pandemia de covid 19: «Ni me extraña ni deja de extrañar. No voy a una casa donde no me invitan».
Armas ha comparecido en la comisión de investigación del caso Mascarillas en el Parlamento de Canarias, donde ha explicado que ni fue miembro de ese comité ni fue citado nunca al mismo pese al cargo que ostentaba entonces. Tampoco formó parte del comité técnico.
Eso a pesar de que, tal y como han recordado los grupos Popular y Nacionalista, un decreto de octubre de 2014 regula la composición de un comité ejecutivo para la preparación y respuesta frente a una posible emergencia sanitaria, en el que debe figurar, entre otros, un representante, con rango mínimo de director general, del área de Seguridad y Emergencias.
Preguntado por si reportaba con el comité de emergencia o si había algún canal de comunicación, ha insistido: «¿cómo voy a reportar al comité cuando no me pide una información?», y ha añadido que sí existía dicha comunicación en las reuniones, siete u ocho, a las que acudió en la sede de Presidencia a las que también acudieron presidentes de cabildos y alcaldes.
La diputada del grupo Nacionalista Vidino Espino ha tachado esta forma de proceder como «estilo cachanchán», a lo que Gustavo Armas ha replicado: «esto no es una cachanchanada».
La diputada socialista Nira Fierro ha salido al paso y ha recordado que para la Guardia Civil o la UME la gestión del Gobierno de Canarias «o fue una cachanchanada», y ha criticado que PP y CC denuncien la ausencia de Armas en el comité de gestión cuando en el mismo estaba presente su superior, Julio Pérez.
El exdirector general de Seguridad y Emergencias ha enfatizado que en dicho comité de gestión, descontados los cargos políticos, había técnicos del ámbito sanitario y que él, periodista de formación, podía «aportar muy poco».
«Obedezco, soy muy disciplinado, y si no te invitan a comer, ¿para qué vas?», ha esgrimido, igual que cuando le han preguntado por la destitución de Teresa Cruz como consejera de Sanidad o de la opinión de ésta sobre el exdirector del Servicio Canario de la Salud (SCS) Conrado Domínguez, cuando dijo que era «un conseguidor».
De ambos ha hablado bien, igual que de su superior, el exconsejero de Administraciones Públicas, Justicia y Seguridad Julio Pérez, bajo cuyas órdenes operaba su equipo.
Emergencias nunca compró material sanitario
Ha recalcado que «nunca, nunca, nunca» la Dirección General de Seguridad y Emergencias compró material sanitario a ninguna empresa y quien se lo proveía era el SCS, ni jamás recibió ningún ofrecimiento de «prebendas» ni tuvo conocimiento de que eso sucediera con terceras personas.
Su único conocimiento de lo relacionado con el caso Mascarillas proviene de lo que lee «en los periódicos», ha manifestado.
Preguntado por qué el Gobierno de Canarias le confió a la empresa RR7 un contrato de 4 millones de euros por un millón de mascarillas que nunca llegó a recibir, el exdirector general de Seguridad y Emergencias ha reflexionado que «golfos hay en todos sitios (…) va innato el querer engañar al otro para ganarse unas perras».
Desde su punto de vista, «las cosas se hicieron muy bien» en Canarias durante la pandemia y en su dirección general «se trabajó mucho, muy duro. No queríamos que nuestros abuelos se murieran».
«En nuestra mochila no tenemos muertos por mala praxis. Todos deberíamos estar orgullosos de eso», como también de que «en La Palma no pasó nada» en cuanto a pérdidas humanas, igual que en el gran incendio de Gran Canaria.