La empresa Valoriza ha impuesto una sanción ejemplar a dos trabajadores de su plantilla que el pasado 12 de agosto fueron sorprendidos abandonando enseres en la calle Ciprés, en Barranco Grande -distrito Suroeste-, que previamente había retirado de otra vía pública de la capital. El motivo de esta decisión, que pudieran ser reutilizados, según la versión que se les atribuye que argumentaron en la investigación que abrió la dirección para depurar responsabilidades.
Estos hechos se hicieron públicos en la noche del pasado lunes (2 de septiembre) en el programa ‘EL GRILLO’ que dirige y presenta todos los lunes Gonzalo Castañeda en CANAL 4 TENERIFE. En este caso, el que se emitió la noche del pasado 2 de septiembre, cuando se emitió la grabación que había realizado un vecino del Suroeste y que remitió al espacio de Gonzalo Castañeda. El primer teniente de alcalde, Carlos Tarife, tertuliano habitual de este espacio televisivo, no se arrugó ante la denuncia, sino que confirmó los hechos.
En declaraciones a El Día, el también concejal de Servicios Públicos precisó que tuvo conocimiento de lo ocurrido a mitad de agosto, días después, y la empresa responsable del servicio de limpieza de la ciudad procedió a abrir la correspondiente investigación para localizar a los autores del abandono de enseres.
Además de precisar que el vertido que produjo en la calle Ciprés, el propio edil de Servicios Públicos aseguró que los dos trabajadores sorprendidos llevan en este servicio municipal desde 1988 y 2004. Una vez se finalizó la depuración de responsabilidades se procedió a la imposición de una sanción, a cada uno, de sesenta días de suspensión de empleo y sueldo. Y eso, como medida única y ejemplar, pues Carlos Tarife advierte que no se van a permitir situaciones reincidentes, ni a estos empleados ni al resto de la plantilla de Valoriza, por lo que si alguno fuera sorprendido en una acción similar se traduciría en su despido inmediato.
El responsable de los Servicios Públicos de la capital hace constar su apoyo total y absoluto a la plantilla de la empresa Valoriza y lanza un mensaje de tranquilidad a la población de la capital tinerfeña, garantizado la profesionalidad y buen hacer de los empleados de dicho servicio.
«Por lo ocurrido no vamos ahora a desconfiar de los trabajadores», precisó Carlos Tarife, quien en sus declaraciones a este periódico dejó traslucir un dolor personal por la acción, máxime cuando considera que «con la campaña de la silla he salido en defensa de los empleados del servicio de recogida de basura y enseres para denunciar el incumplimiento de una pequeña parte de la población de la ciudad que incumple la ordenanza municipal».