Garrido miente, con la complicidad de algunos. En los tiempos de la desinformación y el relato mal intencionado, las publicaciones manipuladas de un sector confabulado con el especulador hacen difícil entender las motivaciones que hay sobre el mismo. Vamos a intentar aclarar un poco el horizonte del accionariado de nuestro Tete.
Manoj Daswani vuelve a mentir en favor de José Miguel Garrido para usar sus fábulas y lograr que el máximo responsable de la deriva del C.D. Tenerife pueda hacer negocio sin cumplir con sus RESPONSABILIDADES societarias e irse de rositas.
Oculta el periodista que defendió la llegada de un nuevo mandatario al Club, ante la supuesta respuesta y petición de la masa social del Tenerife, que Garrido debe un dinero de las acciones que adquirió al sindicado. Y que, por tanto, lo único que impide el acuerdo con los nuevos inversionistas es cumplir con lo pactado. O que en la nueva compra de acciones del Club, el nuevo inversor, comprador de las acciones, se comprometa a resolver esa importante cuestión económica.
Si con toda esta desinformación por capítulos, auspiciada por el especulador y gran responsable de la situación actual de la entidad blanquiazul, lo que se pretende utilizando al periodismo mentiroso, para manipular el relato y culpabilizar a quienes sindicaron sus acciones en favor del nuevo mandatario, es que el Señor Garrido salga corriendo sin asumir sus compromisos económicos, sacando un rédito monetario del Club sin asumir ninguna responsabilidad, engañando a la masa social y a los accionistas del Tenerife.
Ninguno de los miembros del sindicado son obstáculo para reiniciar el Club y propiciar un nuevo accionariado mayoritario que pueda ofrecer un proyecto que salve a nuestro Tenerife de la deriva a la que lo ha llevado Garrido y su equipo directivo al completo: Santiago Pozas director General, o el propio Paulino Rivero Presidente sin funciones. Que cada uno asuma sus responsabilidades, porque pareciera, que quisieran ocultar su gestión con la de los exmandatarios blanquiazules.
Es mentira y falso que ninguno de los accionistas que hicieron y posibilitaron la sindicación se opongan a una nueva compra o venta de acciones. Solo que, evidentemente, hay unos compromisos adquiridos que se deben cumplir por parte del propio Garrido. Y es solo Garrido y su voluntad, el que puede propiciar cualquier acuerdo futuro, un acuerdo que en su momento fue presentado a la masa social del Tete, como la gran solución y con la mejora de la institución sin dudarlo, el propio periodista firmaba sus artículos con el lema “NO NOS DESPIERTEN, SEGUIMOS SOÑANDO”. La realidad es que ahora, como hace 16 años, volvemos a vivir una auténtica pesadilla de la que no podemos despertar.
Que nadie olvide lo de los famosos papeles de la Fundación. Que también fue vendido por capítulos a la masa social del Club Deportivo Tenerife, quedando la causa en nada. ¡Sí! Hoy podemos afirmar que los famosos papeles no dieron para nada. Caso SOBRESEÍDO.
Pero, claro, eso no lo leerán en los artículos del periodista mentiroso. Los famosos papeles que eran la gran exclusiva de este señor, fueron sobreseídos, y no solo eso, La Fundación Canaria del Club Deportivo Tenerife logró la máxima puntuación posible (10 sobre 10) en el Índice de Transparencia de Canarias, entre las entidades que recibieron subvención en 2020. Convirtiéndose así en una de las entidades con mejor puntuación, entre las 579 organizaciones declarantes y que recibieron más de 60.000 euros de subvención. Una Fundación con un sobresaliente, que quedó manchada por la irresponsabilidad mediática de algún plumilla que jamás contó la realidad de la gestión de La Fundación, todo ello por encargo y como trabajador del que siempre ha deseado presidir la entidad blanquiazul. Eso sí, lo hacía y publicaba en ‘El dorsal’, el digital deportivo que fue propiedad de Coqui Clavijo, el verdadero responsable de la actual situación del Tenerife. El hombre que trajo a Garrido para poder presidir la entidad. De Coqui hablaremos a continuación, pero antes una reflexión ¿Dónde está COQUI CLAVIJO en la ACTUALIDAD?
Para dar respuesta a esta pregunta debemos bajar a ras de suelo, como el avestruz que esconde la cabeza bajo la tierra, hablemos de Coqui, su ambición y cómo ha destrozado con su gestión a la institución blanquizaul. Todo con el deseo fallido de pretender ser Presidente de la institución centenaria, más concretamente, el Presidente que derrocó a Concepción.
Es uno de los responsables en el pasado más inmediato en activar la máquina del fango, del lodo y del bulo. Y en el presente, solo pretende volver a activarla para que se olvide en la masa social del club, en el aficionado medio, que fue el responsable de traer a Garrido tras conseguir un paquete de 10.000 acciones, en favor, del hoy máximo accionista blanquiazul. Y ahora, tras la deriva deportiva y la responsabilidad única del máximo accionista, así figura en el contrato de Sindicación de acciones, que es el único responsable de la faceta deportiva del equipo, es más sencillo seguir responsabilizando a los exmandatarios cambiando el foco de la decepción, de la ilusión y de los sueños, a los que ya no dirigen los designios del Tete.
Lo que se pretende con el relato falso y manipulado es que Garrido pueda hacer negocio con el Tenerife sin que cumpla con sus compromisos. Esa y no otra es la exclusiva por capítulos que Manoj Daswani, cómplice del especulador desde el inicio, pretende con la mentira hecha relato. Se puede llegar a inferir que hay detrás algún tipo de compensación anexa que desconocemos. Los acuerdos accionariales privados, amparados en la libertad de empresa, de nuestra legislación y también la europea, son claros y jurídicamente específicos, y es una nueva mentira intencionada que esos acuerdos incumplan con los estatutos del Club.
Y hay que recordar que la suma de todas las acciones propias de Garrido y del sindicado es del 44 %, estando el resto (56%), en manos de la masa social del Club, la verdadera dueña del C.D Tenerife con su mayoría accionarial, que hoy sigue siendo posible, gracias a la actuación y comportamiento del que fuera máximo accionista blanquizaul, Miguel Concepción. En su momento, ideó la posibilidad de comprar un terreno, junto con otros empresarios, el que da acceso a la Ciudad Deportiva del CD Tenerife, por valor de 10 Millones de €, para poder dar crédito y viabilidad económica a la entidad deportiva, que por aquellos años, no disponía de liquidez y nadie quería prestar ni un solo € a una entidad, que superaba con creces los 55 Millones de € en deuda.
Dinero, que está prestado y que, cuando el CD Tenerife pueda, tendrá que devolver a los empresarios que pactaron en su momento, que se hiciera la devolución sin generar intereses. Algo que dignifica la noble acción de ayudar por ayudar. En el presente, el Tenerife carece de ello. ¿Por qué no se está contando la verdad de los hechos? Esta pregunta tiene una fácil respuesta, y es que hoy no hay unos accionistas al frente del Club que pretendan ayudar. Solo pretenden hacer negocio, y lo quieren hacer a costa de la economía de otros empresarios. Es natural, ya que es parte de la especulación que está detrás del deporte Rey en España. Si en aquel momento, la acción hubiese sido la de una ampliación de capital, más del 98% de las acciones hubieran estado en manos de tres empresarios, y no en la masa social del Club, como se disfruta hoy, una vez más, gracias a Concepción. Y no es una exageración hablar prácticamente del 98%, ya que el capital social de la entidad apenas superaba los 2 Millones de €, que con el préstamo de los 10 Millones hubiera supuesto que el accionariado mayoritario, siempre estuviera en manos de alguien particular. Otra noble acción, que no se cuenta, que no se agradece y que incluso se oculta.
Y el relato vuelve a engañar o tergiversar la realidad. Paulino Rivero propició en su momento, el más crítico de la institución, un acuerdo empresarial para salvar el Club de referencia, que iba camino irremediable a su desaparición. Fueron los empresarios quienes asumieron el reto y pusieron su patrimonio en ese empeño. Y, por tanto, fueron los empresarios quienes merecen ese reconocimiento social y no Paulino Rivero. Los empresarios que se quedaron, claro está, otros se mandaron a mudar, como dice la canción de Braulio.
Y poniendo verdad sobre el humo sospechoso de los periodistas que manipulan en favor, otra vez más, del especulador. Garrido sabe y es consciente que en el inicio de toda la negociación la imposibilidad real de que no pudiera asumir el coste de toda la compra de acciones del sindicado, se le facilitó los plazos que debe cumplir, evidentemente, en tiempo y forma. Esa y no otra es la realidad, y no hay ningún obstáculo que impida un nuevo proyecto que saque al Club de la situación calamitosa en la que lo han sumido, COQUI, GARRIDO, PAULINO y todo su equipo directivo.
Un C.D. Tenerife que estaba en una situación económica ejemplar, con un valor por acción que reflejaba su salud financiera, y en una situación deportiva en los últimos años que nos ilusionaba a todos y nos invitaba a soñar. Que los mismos que exigían un nuevo Club, con presión social incluida, no vengan a dar lecciones de un relato falso y en favor del mismo especulador, que nos ha llevado a la situación actual. Escurriendo su responsabilidad al aupar al que ha sido y es el responsable de la deriva de nuestro máximo representativo. Solo cumpliendo lo que Garrido sabe que tiene que cumplir, como en cualquier sociedad societaria responsable, se puede iniciar ese cambio que todos esperamos y de alguna manera DESPERTAR DE ESTA PESADILLA.