Al menos 155 perso-nas han muerto por las lluvias torren-ciales y las inundaciones provocadas por la dana en la Comunidad Valenciana, según datos de la Generalitat. El president, Carlos Mazón, ha asegurado que este sábado (2 de noviembre) por la mañana la Unidad Militar de Emergencias (UME) mandará una primera oleada de efectivos para trabajar en la distribución de ayuda.
La UME mantiene ya desplegados más de 1.200 efectivos en las zonas afectadas por la mayor tragedia natural de España de este siglo. Mazón también ha anunciado que el ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, se sumará al Centro de Coordinación Operativo Integrado de la Comunidad Valenciana, desde donde se supervisa la situación. En el barrio de La Torre de la capital se han encontrado ocho muertos en un garaje. Otras tres personas han perdido la vida en Castilla-La Mancha y Andalucía.
Más de 150 carreteras, la mayoría de la red secundaria, continúan afectadas por los efectos de la dana. Muchas han quedado intransitables por la lluvia, por los vehículos accidentados y por los sedimentos arrastrados por el agua. En Tarragona, la Generalitat de Cataluña ha avisado por móvil a tres comarcas del sur de la provincia para que eviten desplazarse. En Cádiz, la provincia andaluza más afectada en las últimas 24 horas, la dana ha obligado a suspender las clases en 37 centros escolares.
La Conselleria de Educación de Valencia ha informado a los centros educativos de 20 municipios que no podrán llevar a cabo sus actividades la próxima semana por los daños que ha ocasionado la dana.
Los municipios son Albal, Alfafar, Algemesí, Alginet, Alcàsser, Benetússer, Beniparrell, Catarroja, Cheste, Chiva, Dos Aguas, Godelleta, l’Alcúdia, Massanassa, Paiporta, Picanya, Sedaví, Siete Aguas, Utiel y Yàtova, así como Castellar-Oliveral, La Torre y Horno de Alcedo. “En estos municipios no se podrá impartir clase en ninguno de sus centros educativos”, ha manifestado la Consellería a través de un comunicado.
Numerosos conductores de camión van a tener una excepción hasta el 10 de noviembre para trabajar más horas y descansar menos, otorgada por el Ministerio de Transportes a petición de la patronal de la logística y transporte UNO. Se trata de multiplicar la fuerza laboral con el fin de garantizar el abastecimiento después de tres jornadas en las que grandes centros de almacenamiento de mercancías se han visto aislados por las inundaciones y cortes de carreteras.
El límite de conducción diaria pasa de un máximo de 9 horas a 11 horas, y el tope semanal sube de 56 a 60 horas. En el periodo bisemanal se eleva el tiempo al volante a 102 horas, desde las 90 horas actuales por conductor.
El descanso de estos profesionales, también regulado, desciende de un mínimo de 11 horas a nueve horas. Y se establece la posibilidad de posponer el inicio del período de descanso semanal más allá de seis períodos de 24 horas.
El cambio afecta a los conductores que hayan participado en operaciones de transporte de mercancías que hayan transcurrido total o parcialmente por Andalucía, Comunidad Valenciana y Castilla-La Mancha. Y también alcanza a los que lleven mercancías desde cualquier punto del país y sean necesarias para abastecer a las zonas afectadas por la dana.
El presidente de UNO, Francisco Aranda, ha celebrado la rapidez del Ministerio para atender la reivindicación del colectivo: “Algunos centros logísticos de Andalucía, la Comunidad Valenciana y Castilla-La Mancha están aún afectados por las intensas lluvias, obligando a que la distribución se realice desde plataformas ubicadas en otras regiones. Y eso requiere de mayores tiempos para completar las operaciones”, ha explicado.
Los cambios temporales en el régimen de trabajo y descanso facilitan que “aquellos transportistas que se vean obligados a interrumpir su actividad como consecuencia de las intensas lluvias registradas en los últimos días puedan asegurar que las mercancías lleguen a destino”.
NOTA: las imágenes pertenecen a la Agencia Efe y a Reuters.