El Ayuntamiento de Santa Cruz, a través del área de Movilidad, bajo la responsabilidad de Evelyn Alonso, y con la participación de la edil del distrito Centro-Ifara, Purificación Dávila, concluyeron ayer la primera fase de información y participación sobre la Zona de Bajas Emisiones, directriz que Europa exige a las ciudades de más de 50.000 habitantes, donde fueron convocados diversas asociaciones, comerciantes, vecinas y vecinos y colegios que están dentro del área de influencia de las restricciones al tráfico por la aplicación de esta norma que prevé que se vaya incorporando de manera progresiva en los próximos años.
Partiendo de una primera convocatoria general, donde los asistentes fueron informados de las ventajas que incorpora este instrumento de reducción de la contaminación del aire, mejorando así la salud y calidad de vida de los residentes, “se han desarrollado talleres para recabar las sugerencias de los sectores que se encuentran en esta área de influencia y que se recogerán en un informe para ser valoradas por los técnicos”, anuncia Alonso, y avanza que “ahora se convocarán a asociaciones específicas tanto profesionales como vecinales, culturales, etcétera, con la idea de extraer conclusiones más elaboradas y específicas”.
En las diversas reuniones y talleres se informó a los asistentes de que las ZBE promueve, además, el uso de una movilidad más sostenible, a través del transporte público, bicicletas o vehículos eléctricos, unos hábitos que también pueden ayudar a reducir la congestión del tráfico y fomentar una ciudad más amigable para los peatones, donde el tránsito para residentes, visitantes y turistas sea una oportunidad también para el impulso de la actividad comercial en las zonas abiertas.
La concejala de Movilidad quiso poner el acento en que “los objetivos de la ZBE se centran en la mejora de la calidad del aire y la salud de los ciudadanos, al tiempo que contribuye a la mitigación del cambio climático, reduce las emisiones de contaminantes atmosféricos y el impacto de la contaminación acústica” y añade que “mientras se reducen las emisiones de gases de efecto invernadero, propiciando el cambio modal hacia modos de transporte más sostenibles y se promueve la movilidad activa, mejora del transporte público y se reordena el espacio urbano, lo que genera eficiencia energética en el uso de los transportes”.
Por su parte, Dávila detalló que “el perímetro abarca toda la zona central de Santa Cruz, con casi la totalidad de los barrios de El Toscal y Zona Centro, precisamente el área que acoge una alta densidad de edificios residenciales y los principales puntos de atracción de viajes, con un perímetro delimitado por las vías Méndez Núñez, Rambla de Santa Cruz y avenida de Anaga” e informó de que “en este espacio viven 16.369 personas y hay más de 5.000 plazas de aparcamiento entre públicos y privados, donde se busca ampliar 3,5 veces la superficie de la zona URBAN actualmente existente, de 226.697 m2, hasta llegar a los 778.244 m2”.
Debe recordarse que, con carácter general, podrán acceder y circular por las calles del interior del perímetro de la ZBE y estacionar en superficie los vehículos que dispongan las personas empadronadas en la ZBE en régimen de propiedad, usufructo, “renting”, “leasing”, retribución en especie o como vehículo de sustitución y de otras personas invitadas por éstas, además de aquellos con categoría “0 emisiones” o “ECO” de clasificación ambiental, salvo los vehículos industriales con categoría “ECO”, que estarán sujetos a los horarios de acceso establecidos.
Inicialmente podrán entrar también otras etiquetas (C, B), si las condiciones ambientales lo permiten y aquellos destinados al traslado de personas con tarjeta de estacionamiento de movilidad reducida, vehículos de servicios públicos esenciales, incluyendo los de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, Policía Local y Agentes de Movilidad –en su caso-, extinción de incendios, protección civil y salvamento, ambulancias, otros de emergencias y grúa municipal, así como los vehículos que utilicen los profesionales del servicio de Salud, además, claro está de bicicletas, otros ciclos y los vehículos de movilidad personal (VMP).
En cuanto a las excepciones, se permite el acceso, en función de la actividad a prestar dentro del área delimitada y su distintivo ambiental, a servicios públicos básicos como limpieza, retirada de residuos, zonas verdes, etcétera; de urgencias en la vía pública sobre suministro de agua, gas, electricidad o telecomunicaciones; transporte público de uso general y aquellos que den servicio a los establecimientos dentro de la ZBE; turismos que indiquen las empresas y autónomos cuya actividad se ejerza en un local ubicado en el interior de la ZBE, y aquellos que presten servicios o entreguen o recojan suministros en el área delimitada.
Además, también los vehículos que indiquen los propietarios de plazas de garajes particulares; los que accedan a los talleres de reparación de vehículos ubicados en ella; los que tengan por destino farmacias de guardia; los destinados a actos en la vía pública, y vehículos con categoría B y C de clasificación ambiental, que podrán acceder a la ZBE únicamente para estacionar en un aparcamiento de uso público o privado.
También se dio a conocer cuándo comienza la regulación en la ZBE y se habló de un calendario de implantación que regulará el acceso de manera paulatina durante los próximos 10 años, y si bien las restricciones comienzan en 2024, se estipula un periodo de adaptación de 6 meses, donde existirá el control de acceso sin sanción económica, tan solo se producirá una notificación a los infractores. Y con posterioridad, se realizará un seguimiento de los indicadores y su correspondiente incidencia en las restricciones en los años 2028 y 2033.