Un avión comercial con unos 60 pasajeros y cuatro tripulantes colisionó este pasado miércoles 829 de enero) en Washington con un helicóptero militar sobre el río Potomac cuando efectuaba la maniobra de aproximación al aeropuerto Ronald Reagan. El avión siniestrado (vuelo American Eagle 5342), operado por PSA Airlines, subsidiaria de American Airlines, era un Bombardier CRJ-700 que había partido de Wichita (Kansas) en un vuelo interior, según ha indicado la autoridad aérea (FAA, por sus siglas en inglés). El accidente se produjo a las 20.48, hora local (2.48 en la España peninsular), cuando el aparato chocó en pleno vuelo con un helicóptero Sikorsky H-60 (Black Hawk) que realizaba maniobras de entrenamiento. El helicóptero llevaba tres militares a bordo.
Los equipos de rescate recuperaron una veintena de cuerpos del agua, pero ninguna persona viva, según los medios locales. No se espera que haya supervivientes, dada la naturaleza del accidente. El helicóptero se acercó al avión hasta estrellarse con él. Los aparatos explotaron en el aire, iluminando el cielo de la capital, según se aprecia en un vídeo que circula por las redes sociales, tomado con la webcam del Kennedy Center. Los datos de vuelo de FlightAware muestran que estaba en plena maniobra de aproximación al aeropuerto. Tras el choque, los restos se hundieron en las oscuras y gélidas aguas del río Potomac.
American Airlines confirmó la información conocida del accidente en un comunicado, incluida la cifra de pasajeros y tripulantes. ”Nuestra preocupación se centra en los pasajeros y la tripulación a bordo de la aeronave. Estamos en contacto con las autoridades y colaborando en la respuesta de emergencia”, dijo la compañía, que abrió líneas de asistencia para familiares.
Robert Isom, consejero delegado de la compañía, indicó en un vídeo que la aerolínea estaba cooperando con las autoridades federales, estatales y locales que investigan el accidente. “Queremos averiguar todo lo que podamos sobre los acontecimientos de hoy”, dijo, expresando su dolor a las víctimas y añadiendo que pronto se dirigirá a Washington junto a miembros de su equipo.
“He sido plenamente informado del terrible accidente que acaba de tener lugar en el Aeropuerto Nacional Reagan. Que Dios bendiga sus almas. Gracias por el increíble trabajo que están haciendo nuestros primeros intervinientes”, declaró el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en un comunicado distribuido por la Casa Blanca.