Unidas se puede, junto a la Asamblea Ciudadana Lagunera, se suma a la denuncia presentada por un colectivo de 40 abogados y abogadas ante la Fiscalía Superior de Canarias, para condenar la convocatoria de una manifestación racista planeada para el 6 de julio en diferentes localidades de todas las islas. Esta manifestación, promovida bajo el título “LA MAYOR MANIFESTACIÓN HECHA EN CANARIAS”, ha sido criticada por su tono xenófobo y discriminatorio, particularmente dirigido contra inmigrantes africanos de población negra.
La protesta, según los organizadores, pretendía ser un llamado a la acción contra las muertes en el mar y el tráfico de personas, pero tras una inspección más detenida, revela un enfoque alarmante que incita al odio y la discriminación. La estrategia de comunicación incluye imágenes provocativas y consignas que manipulan eventos históricos y sociales canarios para fomentar un ambiente hostil hacia las personas migrantes, disfrazando un claro discurso de odio como una petición popular.
El artículo 510 del Código Penal español es claro al penalizar a aquellos que inciten al odio, la discriminación o la violencia contra grupos o asociaciones por razones raciales, étnicas, religiosas o de cualquier otra índole ideológica. Este tipo de manifestaciones no solo va en contra de los principios básicos de derechos humanos, sino que también contradice los valores de una sociedad que se enorgullece de su hospitalidad y justicia.
Rubens Ascanio e Idaira Afonso, coportavoces de Unidas se puede, han expresado su firme rechazo a estos actos y han instado a las autoridades a tomar medidas serias para prevenir la proliferación de estos mensajes de odio. «Canarias debe ser un refugio de paz y un mediador en la resolución de conflictos, no un escenario de división y odio», afirmó Ascanio. Afonso añadió, «Apoyamos firmemente la denuncia de los juristas y nos adherimos a su llamado a la acción. No podemos permitir que se normalice el racismo y la xenofobia en nuestras islas».
La confluencia lagunera ha hecho un llamamiento a todas las organizaciones sociales, políticas y a la ciudadanía en general para unirse en contra de esta manifestación y trabajar juntos en la promoción de una sociedad más inclusiva y respetuosa. La formación política también ha subrayado la necesidad de educar y sensibilizar sobre la importancia de combatir el racismo en todas sus formas, reforzando que «ningún ser humano es ilegal» y que las políticas deberían centrarse en abordar las causas raíz de la migración, como la explotación económica y los conflictos armados que desplazan a las comunidades.
Este incidente resalta la urgencia de políticas más fuertes y un compromiso renovado por parte de todos los sectores de la sociedad para asegurar que Canarias siga siendo un ejemplo de convivencia y respeto por los derechos humanos.