El Partido Popular tendrá que decidir este miércoles (4 de diciembre) si opta por auxiliar a Canarias y Ceuta facilitando una reforma de la ley de Extranjería que obligue al resto de autonomías a asumir su cuota del esfuerzo que supone la acogida de los menores migrantes no acompañados a cambio de quedarse en minoría en hasta seis comunidades en las que los votos de Vox les resultan necesarios para aprobar los presupuestos para el año que viene.
La portavoz del grupo parlamentario de la formación de ultraderecha en el Congreso de los Diputados, Pepa Millán, dejó ayer bien claro a los populares que esta suerte de chantaje político sigue vigente, a tal punto que, si el PP acude en socorro de Canarias, “pondría muy difícil el apoyo de Vox a los presupuestos en aquellas regiones gobernadas por el PP, que sabe que nosotros cumplimos con nuestra palabra y que nos dan igual los sillones, porque así lo hemos demostrado. Además, que nuestro compromiso con los ciudadanos pasa por garantizar la seguridad, el bienestar y la prosperidad de todos”, en una velada alusión al bulo que vincula de siempre a estos menores con un aumento de la inseguridad ciudadana, algo reiteradamente desmentido tanto por las estadísticas oficiales como por las propias memorias de la Fiscalía.
Lejos de ser un brindis al sol, lo cierto es que Vox ya abandonó sus cargos en cinco de esas seis comunidades autónomas cuando el PP simplemente se prestó a estudiar que esa distribución de los menores sea obligatoria y terminar así con la insolidaridad manifiesta de la gran mayoría de los territorios peninsulares. Algo posible porque hasta ahora tal esfuerzo depende de una voluntad, que ha brillado por su ausencia pese a la crisis que afronta Canarias en solitario, donde en este 2024 se ha pasado de 30 a 80 centros de acogida tras recibir a unos 5.700 menores en el peor año de la llamada ruta atlántica.
De hecho, Millán recordó que éste fue el motivo de la salida de Vox de los gobiernos autonómicos de Aragón, Valencia, Castilla y León, Murcia y Extremadura, “cuando Génova ordenó a los distintos presidentes de las comunidades autónomas gobernadas en coalición que aceptasen el reparto de Menas [acrónimo de Menores Extranjeros no acompañados] negociado con el Gobierno [estatal], rompiendo los acuerdos y la unidad de acción. Gracias a nosotros se convirtieron en presidentes de las distintas comunidades autónomas”, recalcó. La otra comunidad autonóma en la que los votos de Vox resultan igualmente la clave para sacar adelante los presupuestos del año que viene es Baleares.
La portavoz ultraderechista no pudo ser más rotunda: “Hay una serie de principios básicos” que el PP va a tener que cumplir si quiere “sacar adelante sus presupuestos con Vox”.
Esta posición hace que los buenos deseos del convocante de la reunión de mañana, el ministro de Política Territorial, el grancanario Ángel Víctor Torres, y del presidente de Canarias, Fernando Clavijo, para que de dicha cita salga un principio de acuerdo que pudiera ser ratificado en la Conferencia de Presidentes que tendrá lugar el próximo día 13 caigan en saco roto, dada la debilidad política del líder estatal del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, cuyo margen de actuación está condicionado por los barones de su partido.