Los forenses que intervinieron en la tercera sesión del juicio con Jurado por el crimen de una mujer a manos de su expareja en enero de 2023 en Adeje (Tenerife), determinaron que la muerte fue casi inmediata y la causó una sola puñalada en el costado izquierdo que le atravesó el pulmón y llegó a la arteria aorta en el corazón.
Esta herida, según los peritos, era letal de necesitad y en todo caso sólo podría haberse evitado el fallecimiento si la mujer hubiese estado en un hospital.
En concreto, la lesión se sitúa entre la quinta y sexta costilla, tenía casi seis centímetros de longitud y luego aparece otra en lóbulo de la oreja, una superficial en el brazo derecho y hematomas compatibles con los intentos de defenderse.
En la vista celebrada en la Audiencia Provincial tinerfeña, otro perito dijo que la mujer no presentaba restos de haber ingerido drogas o alcohol y en el caso del hombre nunca se llegó a realizar esta prueba pese a que la defensa ha basado su argumento principal en que estaba intoxicado y no era consciente de lo que hacía.
Este extremo fue desmontado por otro perito quien aseguró que el hecho de que hubiese ingerido o no drogas y alcohol no tiene relevancia ya que tras realizarle un examen psicológico días después comprobó que estaba centrado y era consciente de lo que hacía.
Este informe de imputabilidad refleja que el hombre se encontraba “en su pleno juicio”, tal y como se constató tras ser detenido, momento en el que sólo se le detectó “una ansiedad leve”.
El perito rechazó cualquier tipo de alteración psicopatológica, dijo que no respondía a las preguntas cuando lo creía conveniente y que los efectos de la medicación que tomaba eran para tranquilizarle con lo cual resulta imposible que provocara agresividad.
“No salió de la realidad en ningún momento, da igual que hubiese tomado alcohol, pastillas, marihuana o cocaína”, dijo el facultativo, quien tampoco detectó signo alguno de amnesia y descartó que la medicación que tomaba pudiera dar lugar a este efecto durante siete horas, de la que tampoco se percataron quienes lo atendieron aquella noche.
La defesa acepta el cargo de homicidio
Tras oír a los peritos, el abogado de la defensa cambió sus conclusiones finales y dijo que aceptaría que su cliente cometió un homicidio por el que debería fijarse una pena de 16,5 años pero solicitó la absolución del delito de lesiones, que se descarte el agravante de alevosía y sí incluiría el de violencia de género y parentesco.
Las acusaciones mantienen sus peticiones de 30 años e indemnizaciones que oscilan entre los 200.000 y 250.000 euros para cada uno de los cuatro hijos, la fiscal pide que además de los agravantes de género y alevosía se incluya el de las secuelas que sufren los entonces menores y el de reincidencia por los malos tratos que éstos soportaron.
Las muestras de ADN recogidas en los objetos que estaban en el lugar del crimen determinaron que en el puñal aparecen los restos de tres personas, la mujer, el acusado y probablemente su hijo que intentó evitar el ataque y también hallaron un guante de látex, uno de ellos lo tenía el procesado, ambos con su ADN.
El entonces menor presentaba una herida en cada mano causadas al intentar agarrar el cuchillo lo que ha dado lugar a unas cicatrices que serán permanentes y ocasionan un perjuicio estético moderado.
Uno de los menores se culpa por no haber podido evitar el crimen
En cuanto al análisis psicológico realizado a los dos hijos que presenciaron la muerte de la madre, las profesionales certificaron que uno de ellos, con autismo, al recordar lo ocurrido reacciona con rabia, mientras que el otro lo interioriza y se culpa de no haber podido evitar el fallecimiento.
Ambos sufren ansiedad, tienen problemas de relaciones sociales y desarraigo, a lo que se suman los efectos de los episodios de violencia doméstica que sufrieron por parte de su padrastro durante la convivencia lo que da lugar a que seguramente ambos tendrán una sintomatología “bastante grave” a lo largo de toda su vida.
En la parte positiva constataron que los dos jóvenes tienen planes de futuro, quieren acabar los estudios, rehacer su vida y trabajar.
NOTA: la imagen de archivo del juicio que se celebra en la Audiencia de Santa Cruz de Tenerife por un asesinato machista pertenece a la Agencia Efe (Miguel Barreto).