La Diputación del Común ha acordado abrir una investigación de oficio sobre la situación de los servicios de urgencias en los hospitales públicos de las islas y, en concreto, en el Hospital Universitario de Canarias (HUC) de Tenerife y el Doctor Negrín de Gran Canaria.
La diputada del Común, Lola Padrón, ha afirmado este viernes en un comunicado que la situación de la sanidad en las islas «es muy preocupante» y no se puede permitir «el continuo deterioro que pone en peligro a las personas y sobre todo a las más vulnerables».
Por su parte, el adjunto primero de la Diputación del Común, y responsable de Sanidad, Antonio Alarcó, ha explicado que el HUC «es el que menos sanitarios tiene por cama y el 64% de los casos son sociosanitarios».
Alarcó además añade que «hay menos personal que nunca con una misma cantidad de servicios. Hay tres médicos de guardia máximo por turno y, por ejemplo, el Hospital Universitario Nuestra Señora de Candelaria tiene 10», lo que representa «una gran diferencia».
Al respecto, la Diputación del Común precisa que ha recibido más de 200 quejas de diversa índole sanitaria en lo que va de año y Antonio Alarcó subraya que esta «avalancha» justifica la necesidad de abrir una actuación de oficio para tratar de investigar y esclarecer la situación que afecta «a tantos ciudadanos y ciudadanas».
La diputada del Común precisa que esta es una realidad que se está viviendo a «nivel global», como el envejecimiento poblacional que multiplica las necesidades de atención, los hacinamientos en las urgencias de los hospitales, las listas de espera para atención especializada o retrasos en las intervenciones quirúrgicas, la atención primaria, la falta de personal que se reclaman desde los sindicatos, la falta de recursos en salud mental «y una lista interminable, que marcan el deterioro de nuestra sanidad».
La Diputación muestra su convencimiento de que la parte visible en las quejas «no representa más que una pequeña porción del total», pues además del incremento progresivo destaca en ella la demora en la prestación de la asistencia, que supera al resto de las reclamaciones, insatisfacción en la asistencia prestada y en ocasiones un trato personal inadecuado por parte de los profesionales.
Al respecto, Lola Padrón puntualiza que no se puede poner en duda la profesionalidad del personal sanitario porque está «saturado y en muchos casos reciben insultos e incluso algún acto de violencia».
Por tanto, agrega, esta situación tiene un doble efecto en la ciudadanía y el personal sanitario, de ahí la necesidad de investigar y tener información lo más fidedigna posible para intermediar con la administración y que se establezcan protocolos que se acerquen a los usados en otras partes de Europa y que mejoren la calidad asistencial.
La semana pasada, el adjunto primero de la Diputación del Común, Antonio Alarcó, se reunió con la consejera de Sanidad, Esther Monzón, con la que abordó las inquietudes y observaciones derivadas de las quejas recibidas en el organismo.
Alarcó planteó a la consejera en dicho encuentro la necesidad de actualizar los protocolos, sobre todo con los centros concertados, e incrementar «los desplazamientos de intervenciones quirúrgicas», poner en marcha el Plan de Urgencias Canario, aumentar la plantilla con criterios técnicos, liberar el servicio de ambulancias y contratar vehículos de servicio público para todo aquello que no sean urgencias médicas.
NOTA: las imágenes de archivo del Hospital Universitario de Canarias, en La Laguna (Tenerife), y la del Hospital Universitario Doctor Negrín, en Las Palmas de Gran Canaria, pertenecen a la Agencia Efe (Miguel Barreto y Quique Curbelo).