El agua podría llegar a Canarias a finales de la próxima semana, pero acompañada de tal ventolera, que tal vez sea el viento o las marejadas, las que pongan en jaque al archipiélago, que podría recibir también las primeras nevadas serias de este invierno.
En cualquier caso, es tal la inestabilidad del Atlántico en estas fechas, que cualquier cosa puede pasar, que esta borrasca aislada llegue de lleno, aportando una circulación húmeda durante tres a cuatro días o, al contrario, que pase de largo por culpa de ese régimen de vientos del sudoeste, hasta que role su dirección, para convertirse finalmente en una circulación de norte, que en pleno invierno significa nevadas.
Seguiremos atentos a la evolución de los modelos meteorológicos, pero al menos, la posibilidad está ahí, con una probabilidad incipiente, debido a los días que quedan por delante.