TEA Tenerife Espacio de las Artes, centro de arte contemporáneo del Cabildo de Tenerife, presentó hoy (miércoles 18) la exposición Dulces sueños, del artista Carlos Rivero (Tenerife, 1964). El consejero de Cultura y Museos de Tenerife, José Carlos Acha; el director artístico de TEA, Sergio Rubira; el responsable del ciclo Filtraciones y co-comisario del proyecto, Isidro Hernández; el director del espacio Independiente de Arte Contemporáneo Nadie Nunca Nada No de Madrid, Ramón Mateos; y el artista Carlos Rivero; fueron los encargados de dar a conocer esta nueva muestra, que forma parte del programa Filtraciones y que se inaugurará este viernes (día 20), a las 18:30 horas.
Dulces sueños, avanzó Acha, es una “exposición maravillosa” que reúne una selección de los últimos dibujos, esculturas y acuarelas de Rivero, obras marcadas por el signo experimental y totalmente imprevisto del color y del trazo. Su obra -agregó- obedece a una inquietante y turbadora iconografía de escenas y personajes surrealizantes, convocados sobre el lienzo o el papel desde de un mundo obsesivo, mágico, tenebroso y oscuro.
Comisariada por el equipo curatorial formado por Isidro Hernández, Mateo Maté y Ramón Mateos, esta individual se completa con la instalación en cerámica esmaltada titulada Conspiración (2012), uno de sus trabajos anteriores que forma parte de la Colección TEA. “La exposición llega a TEA tras su paso por el espacio independiente de arte contemporáneo Nadie Nunca Nada No de Madrid y por el Espacio TEA Candelaria y podrá visitarse de manera gratuita hasta el 1 de diciembre, de lunes a domingo y festivos, de 10:00 a 20:00 horas”, señaló el consejero de Cultura y Museos de Tenerife.
Sergio Rubira destacó, en la que fue su presentación pública como director artístico de TEA, que el que se trata de “bonita casualidad”. Explicó que para él, Carlos Rivero era un personaje mítico cuya obra conoció en Madrid cuando compartía oficina con Mateo Maté quien le hablaba entonces de ese magnífico pintor canario al que tenía que conocer. “He podido comprobar que era cierto lo que me hablaban de él. Al conocerlo en persona hace ya unos meses y ver su obra vi que él no era un personaje mítico, vi que era un personaje muy real de carne y hueso, y que de algún modo esa realidad de carne, hueso, sangre y cuerpo se puede ver bien en su pintura”, indicó Rubira quien valoró de la pintura de Rivero “no sólo sus temas que hacen de su trabajo algo inusual sino también forma de abordarlos, de pintar y la técnica, que también son inusuales”.
El artista Carlos Rivero explicó que esta exposición es fruto de estos dos últimos años de trabajo y que en ella está muy presente el cuerpo, como lo ha estado en sus trabajos anteriores. También desveló la ironía que encierra el título de esta muestra, que habla de Dulces sueños, cuando las obras muestran escenas casi de pesadillas. “Creo que en mí se produce ese deseo de paz y en esta exposición hay esa necesidad de encontrar la paz pero al mismo tiempo de saber que la realidad siempre es convulsa”, agregó y explicó que se me ha preocupado de trabajar con técnicas muy analógicas, acuarelas y tinta china. “Los cuerpos ciborg, los cuerpos en transformación y la naturaleza son tres aspectos que están muy presentes en estas obras”, dijo el creador.
Por su parte Isidro Hernández puso en valor que Carlos Rivero sea un artista “que vive en la obsesión, que vive en el trabajo de la pintura. Es un artista pleno que vive en su propia obra y esa obsesión se traslada a sus propias acuarelas, donde vemos que sus temas que tienen que ver con la entraña de lo onírico”. En su intervención Ramón Mateos reconoció que ha sido “una fortuna el haber podido trabajar con Carlos Rivero y haber podido visibilizar la maravilla de su trabajo”.
Las obras de Carlos Rivero -destacan sus comisarios- muestran “el eterno esfuerzo por reconciliar nuestro ego entre nuestros deseos y la realidad social, entre lo delicado y lo violento, entre el trabajo cuidadoso y el azaroso”. Sostienen además que son “una mezcla entre ternura y sadismo, surgidas de forma libre”. En estas imágenes Carlos Rivero muestra “el diario íntimo de un ego no resuelto y el papel se convierte en un campo de batalla en el que su sombra se muestra de la forma más libre posible”.
Por otra parte, cabe destacar que durante el período de apertura de la exposición el artista ofrecerá varios talleres de acuarela experimental. La primera sesión tendrá lugar el 18 de octubre, de 17:00 a 20:00 horas, y el 19 de octubre, de 10:00 a 14:00 horas. Mientras que la segunda sesión se celebrará el 15 de noviembre, de 17:00 a 20:00 horas, y el 16 de noviembre, de 10:00 a 14:00 horas. Para asistir a estos talleres, que son gratuitos, es necesario inscribirse previamente enviando un correo a tea@tenerife.es.
Carlos Rivero estudió Bellas Artes en la Facultad de La Laguna y terminó sus estudios en la Universidad Complutense de Madrid por la especialidad de Grabado, ciudad en la que expuso de forma individual en las galerías de arte Estampa y Tercer Espacio. Actualmente reside y trabaja en Tenerife, y expone regularmente en diferentes espacios. Entre sus proyectos de mayor alcance cabría destacar Ciénaga (Sala de Arte Contemporáneo del Gobierno de Canarias, y Gabinete Literario de Las Palmas de Gran Canaria, 2010). En el CAAM de Las Palmas de Gran Canaria pudieron verse varias obras suyas en el contexto de la colectiva On paiting, así como en 7.1 Distorsiones, documentos, naderías y relatos.
También ha expuesto varias pinturas suyas en colectivas celebradas en TEA Tenerife Espacio de las Artes, especialmente en Zoología fantástica (2012) y en El fin del mundo como obra de arte (TEA/Centro de Arte La Regenta, 2016). Otros proyectos suyos de carácter individual fueron Joyas Bárbaras (Círculo de BBAA); Cinismo o supervivencia (Ateneo de La laguna, 2010); Doble su memoria (Galería Artizar, 2005); y Las vírgenes locas, celebrada en el espacio de arte Bronzo de La Laguna en 2014. También, el proyecto Muerte y resurrección (Bibli, 2011).
Asimismo, resulta muy destacable su labor como editor de libros de artistas, como en el caso de la serie Carne, con más de una decena de entregas. Además de su incansable experimentación en el terreno de la pintura y del dibujo, Carlos Rivero ha desarrollado, desde hace varios años, trabajos de vídeo-creación, estableciendo vasos comunicantes entre las obsesiones y los seres que habitan su pintura y estas nuevas creaciones ideadas para la pantalla y las imágenes en movimiento.