Hoy se consolida una temporada para el recuerdo. Tres equipos femeninos, tres ascensos:
• el Fundación Tenerife C sube a Tercera RFEF,
• el Fundación Tenerife B asciende a Segunda RFEF,
• y el Fundación Tenerife A se instala en la Primera RFEF.
Un éxito deportivo rotundo, que nace del esfuerzo, la dedicación y la pasión de estas jugadoras y sus cuerpos técnicos. ¡Enhorabuena a todas!
Pero mientras las deportistas escriben páginas gloriosas, en los despachos se escribe otro relato, mucho más turbio.
Resulta decepcionante que el único objetivo inmediato de nombrar ya presidente a Felipe Miñambres sea el de agilizar la venta del club al EGATESA. Un movimiento que responde más a intereses particulares que al desarrollo del fútbol femenino, al futuro del CD Tenerife o a los valores de nuestra isla.
Nos venden como “unión” lo que no es tal. Y es grotesco que nos lo intenten hacer creer, cuando el control sobre el primer equipo femenino quedará en manos exclusivas del EGATESA. Vaya concepto de “unión”… (ironía).
Y más aún: a pesar del mérito de nuestras jugadoras del Tenerife C, que han ganado en el campo su derecho a competir en Tercera RFEF, ya se filtra que no podrán hacerlo. Según se confirma, será el Costa Adeje quien ocupará esa plaza. Otro golpe a la ilusión y al trabajo de estas futbolistas.