El Centro Cívico de Cabo Blanco acogerá a las 18.30 horas de este jueves (26 de septiembre) la proyección del documental ‘Absolución’, una historia narrada en primera persona sobre la lucha del cineasta aronero Juan Alfredo Amil contra la obesidad mórbida y contra el miedo a la muerte por la intervención quirúrgica de alto riesgo que tiene que enfrentar para bajar de peso. Esta es, además, una historia de aceptación y superación personal que destaca por la sinceridad y por no dejar indiferente a prácticamente nadie.
Esta película patrocinada por el Patronato de Turismo del Ayuntamiento de Arona se estrenó en diciembre de 2023. Y es ahora cuando será presentada y proyectada formalmente en el municipio natal de su director, cuyos paisajes también quedan magistralmente retratados en el filme.
Al término del evento habrá un coloquio protagonizado por la alma mater de este largometraje. La entrada será gratuita hasta completar aforo.
‘Absolución’ obtuvo diez candidaturas a los Premios Goya en las categorías Mejor Película, Mejor Película Documental, Mejor Música Original, Mejor Montaje, Mejor Dirección, Mejor Dirección de Producción, Mejor Dirección de Arte, Mejor Guión Original, Mejor Dirección de Fotografía y Mejor Sonido.
Con una duración de 88 minutos, este es el primer largometraje de Amil. El guion es obra de Arianne Cristiel Dapena y la producción de sonido de Sergio López Eraña. La fotografía y el papel protagonista los ha asumido en primera persona Amil, que también ha participado en la edición junto a Jorge Luis Amil.
El filme es una producción de 416 Studio, en coproducción con Televisión Española y El Demonio Interior, que, además del patrocinio del Patronato de Turismo de Arona también cuenta con el apoyo de Cabildo Insular de Tenerife, la participación de Televisión Canaria y la colaboración de Sensograma Productions y Chukumi Studio.
SINOPSIS
Cuando el cineasta Juan Alfredo Amil recibe la información de que una operación rutinaria podría poner en riesgo su vida debido a la obesidad mórbida que padece, sólo encuentra una manera de combatir su estado de pánico: Rodar una película sobre ello.
Pero la tensión provoca que viejos demonios personales comiencen a aflorar, y lo que en un principio parecía ser una fábula sobre el miedo a la muerte, acabará convirtiéndose en el testimonio filmado de cómo su vida personal se derrumba ante sus propios ojos… o, más bien, ante su cámara.
No tardará en darse cuenta de que él no es el héroe de su propia historia. Es el villano.